Carta a un amigo ausente, carta a un dios presente

Amado Hermes ( pues es así como siempre te he llamado y siempre te llamaré) ¿Qué haces por el Olimpo? Seguro que estás metido en algún fregado con tus hermanos los dioses, bien te conozco y sé que, aunque dios, eres de naturaleza inquieta y te habrás ofrecido para mil y una cosas diferentes.
Por aquí, por la tierra, todos estamos más tristes que de costumbre. Te echamos de menos. Mucho.
No, no pienses que hemos dejado de hacer nuestras tareas, no. La Domus sigue viento en popa ( eh, este año vuelvo a llevarme a los ciclos -¿te acuerdas?-y representaremos una obrita, con música y público incluidos, que ya sabes tú como son los de Carlet), y dentro de poco llegarán los LUDI.  El Cefire también marcha, y en mayo serán las jornadas de los .com ¡¡en Málaga!!.
En cuanto a mí, no me puedo quejar: tengo unos alumnos de 1º Bach (latín-griego) geniales, dispuestos a todo, y unas chicas en 2º Bach que...bueno, me dan un poco la lata, pero en el fondo son buena gente. También me ha tocado este curso una Atención Educativa con los de 3ºESO, y claro, estoy disfrutando como una niña chica: estamos trabajando a Luciano, sí, el de Samosata, en forma de teatrito. No son más de cinco diálogos pero me lo estoy pasando muy bien.
Ultimamente no estoy para muchas fiestas y poco a poco la apatía se ha ido apoderando de mí,  pero estos chavales me han devuelto  la fuerza que creía perdida ¡cómo me río en los ensaños! ¡cómo disfrutan con los mitos! Ya lo verás, ya, pues sé que, si bien no te vamos a poder ver, tú estarás entre nosotros cuando vayamos a representarla.
Hermes, amado dios Hermes, te fuiste cuando yo estaba en los campamentos de verano a los que me enviáis para recuperar algo de salud  y me no pude despedir. Todavía recuerdo las últimas palabras que me dijiste: - al teatro solo suben en coche los jubilados y las chicas guapas-. ¡Por tus hermanos los dioses! Cómo me sabías animar. Mejor dicho ¡cómo  me sabes animar! pues ya sé que eres tú quien hace que siga hacia adelante, con firmeza y con valentía aunque en ocasiones me cueste mucho. -¿Quieres hacerlo?, ¿Crees que puedes hacerlo?, ¿Te ves con fuerzas para hacerlo? Pues a que esperas, hazlo - me decías antes con voz mortal y me dices ahora con voz divina. Y en sueños siempre te oigo decir: adelante, adelante.
Bueno, amado dios Hermes, es hora ya de que te deje, que los de griego, como dignos inventores de la oratoría,  nos enrollamos muchísimo. Oye, reparte abrazos por todo el Olimpo y  haz que los dioses nos sean propicicios. 
Te echamos mucho de menos. Un beso enorme, querido Hermes.



2 comentarios:

Ana Ovando dijo...

Acabo de verlo. He estado desconectada, como ya sabes. Un texto precioso. Todos lo llevamos con nosotros allí donde vamos. En el MAN, el primer comentario a Salva fue: "tengo una foto de Juanvi aquí, con Gemma y Kike, de la última vez que vinimos al Museo, en un iter que organizó...". Y es que va a acompañarnos siempre.
Estimada amiga, ya sabes donde estoy, aunque no sea divina ni lleve alas en las sandalias. Muchos ánimos, compañera, que no decaiga el buen humor, o escucharemos las alas de Hermes que vienen a echarnos la bronca por haber bajado la guardia. Siempre adelante, siempre con las risas que te caracterizan, como le gustaba a nuestro Hermes.

caludio eliano dijo...

Su presencia es constante: mires hacia donde mires nos encuentramos un lugar en el que estuvimos con él.
Se me va hacer muy raro ir a Sagunto y no oir su atronadora voz. Pero estará, sé que estará.
No, no quiero que sea divina pues no estoy dispuesta a perder a ningún amigo mortal más. Todo lo que me pasa sería mucho más difícil si no pudiera contar con tu amistad, tu compliciadad, tu compañia. El próximo día que nos veamos "líbaremos" nuestras risas en honor a nuestro divino amigo.